El
portugués es una de las lenguas romances descendientes del Latín
Vulgar. Por esta razón se encuentra relacionado con otras lenguas
como el Francés, Español, Italiano, Rumano, y Catalán.
Es muy similar al Español y, de hecho, las pequeñas diferencias
entre las dos lenguas permiten el mutuo entendimiento entre los hablantes
con muy poca dificultad.
La
ocupación romana de la costa occidental de la Península
Ibérica duró desde el 200 a.C. hasta el siglo IV d.C. y
aunque posteriormente los visigodos y los moros llegaron el latín
vulgar hablado en en Lusitania estaba ya firmemente establecido; para
el tiempo en el que los moros fueron expulsados (la reconquista se terminó
en 1267) el latín se estaba esparciendo por el resto de Portugal.
En los siglos XV-XVI el portugués fue la primera lengua indoeuropea
en esparcirse por el África sub-sahariana.
La
lengua literaria portuguesa (desde el siglo XIII en adelante) está
basada en el dialecto central-meridional de Lisboa y Coimbra. La literatura
es extensa y rica en todas las variedades; en el periodo moderno es particularmente
fuerte en la poesía lírica, el ensayo y la novela.
Estructuralmente,
de la misma forma que sus hermanas romances, el Portugués es una
lengua flexible. El rol de cada elemento en la oración es indicado
por preposiciones, y el orden de las palabras es importante, aunque no
tan rígido como en el Inglés. La fonética del portugués
varía en los diferentes países de habla portuguesa, pero
sin llegar a limitar el entendimiento mutuo.
La
gramática también es muy similar a la del resto de las lenguas
romances. Existen dos géneros: masculino y femenino, pero no uno
neutral. Los adjetivos deben concordar con los sustantivos que describen
lo cual es más fácil de hacer en Portugués que en
muchas otras lenguas. La conjugación de los verbos es quizás
la parte más complicada, pero para cualquiera que hable Español
esto no será tan difícil.
La lengua portuguesa
es la lengua oficial de los siguientes países:
Portugal
Brasil
Angola
Mozambique
Guinea-Bissau
Cabo Verde
Santo Tomé
y Príncipe
Goa
Timor oriental
Macao
El portugués
se habla también en algunos enclaves del territorio español,
al otro lado de la frontera oriental, sobre todo en Erinesinde (provincia
de Zamora), Olivenza (territorio portugués hasta 1801) y en Barrancos.
También
cuenta, desde su anexión en 1985, con el estatus de lengua oficial
dentro de la Comunidad Europea.
La división
principal de los dialectos portugueses establece dos categorías
principales:
Septentrional: que conserva muchas afinidades con el gallego. Dentro de la zona septentrional,
tradicionalmente se distingue el minhoto, de la provincia del Miño
más septentrional. La región nordeste de Tras-os-Montes
conserva un conjunto de dialectos (mirandés, sendinés,
rionorés y guadramilés) a los que resulta más adecuado
considerar como una forma del leonés, tienden a una gradual adquisición
de una autonomía regional.
Meridional y central:
que se corresponde, a grandes rasgos, con el territorio reconquistado
a los árabes después del siglo XI y, por tanto, mucho
más afectado por el superestrato árabe. En el sur, tanto
el Alentejo como el Algarve cuentan con dialectos distintivos.
La modalidad aceptada
como estándar, al menos desde el siglo XVIII, es el portugués
meridional, representado por el lenguaje cultivado de las ciudades universitarias
de Coímbra y Lisboa. Ya en el siglo XX, la importancia de Lisboa
como capital ha convertido su pronunciación en la norma dentro
de las comunicaciones y de la enseñanza del portugués como
lengua extranjera, aunque la lengua de Coímbra sigue siendo considerada
por la mayoría como más culta.
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